Si miramos atrás recordamos que
la mayoría de Shooters eran lineales y todos ellos comandados por los geniales
Medal Of Honor de hace tres generaciones. Donde poco después llegarían los Call
Of Duty para quedarse definitivamente como el Rey del Shooter bélico y un
espejo donde muchas desarrolladoras se miraran. Algunas veces con buenos
resultados y otras con fracasos estrepitosos. Hoy en día, pocos pero aun los
hay, podemos encontrar Shooters de corte clásico con una jugabilidad que nada
tiene que ver con el tiro al pato de hoy en día y que nos hace recordar los
mejores años del género. El Wolfenstein: The New Order y el Dishonored, son
shooters con un desarrollo a la vieja escuela, divertidos, pausados, con un
alto nivel de exploración etc. Y con unos argumentos excelentes. Son shooters
con un desarrollo lineal, pero que divierten y encima son rejugables. Todo lo
que digo viene a cuento, porque en los últimos años, el género ha evolucionado
tanto en lo jugable como en la libertad del jugador.
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